En medio de la pandemia, los esfuerzos del Gobierno para contener el déficit fiscal y falta de dólares para que las empresas puedan cancelar sus deudas, la estatal Aysa decidió que ya no quería seguir pagando alquiler y acordó con la petrolera YPF (también de mayoría estatal, pero con un 49% de accionistas privados) comprar el edificio de Tucumán 744.
La compañía de agua pagará US$ 30 millones por la torre, ubicada en pleno microcentro porteño. YPF anunció la venta durante una charla con analista, aunque no develó el comprador.
Según explicaron en Aysa, la operación se cancelará en cuotas que serán iguales a lo que pagaba la firma por los 12 pisos que alquilaba en ese edificio más lo que abonaba por la renta de la totalidad del Córdoba Plaza, ubicado cerca del famoso Palacio de Aguas, del que ya se mudaron. La operación será cancelada con pagos a 30, 60 y 90 días, y 36 meses, informó el diario El Cronista.
Los empleados de la parte administrativa -unos 2.000- fueron consolidados en el nuevo edificio. Construido en 1980, tiene 24 pisos y 4 subsuelos, en una superficie total de 30.000 metros cuadrados.
Aysa es la empresa pública que recibirá más recursos individuales destinados a la inversión, según los números del Presupuesto 2021. La empresa que preside Malena Galmarini, esposa de Sergio Massa, tendrá fondos para infraestructura por $75.421,9 millones. Ya en la versión anterior, contaba con $ 68.726 millones. La firma tiene 300 obras en ejecución, asegura.
Al 30 de junio, Aysa había recibido asistencia financiera para obras de inversión por $ 12.826,0 millones.
El Estado debe financiar al menos un 30% del costo operativo de la empresa, que no puede mantener su estructura mediante las tarifas que cobra a sus clientes. La compañía está a cargo del agua potable y las redes cloacales de 26 municipios del área metropolitana.