Julio De Vido fue trasladado desde el penal de Ezeiza para someterse a una pericia médica clave que determinará si puede continuar cumpliendo su condena bajo el régimen de prisión domiciliaria. El ex ministro de Planificación Federal —condenado a cuatro años de cárcel por la Tragedia de Once, en la que murieron 51 personas— alega problemas de salud y su edad avanzada como argumentos para el beneficio.
La decisión sobre su posible prisión domiciliaria ahora está en manos del Cuerpo Médico Forense, que deberá emitir un informe con su evaluación. Ese documento será central para que la Justicia resuelva si De Vido puede dejar el penal o si debe seguir cumpliendo su pena en el Servicio Penitenciario Federal.
El pedido se enmarca en un contexto de múltiples reclamos judiciales similares, en los que ex funcionarios condenados invocan razones médicas para cambiar su modalidad de detención. En el caso de De Vido, su defensa ya había insistido en varias oportunidades con este planteo, sin éxito hasta ahora.