Nuevo capítulo de alta tensión política en Bahía Blanca. El bloque del PRO decidió romper su alianza con La Libertad Avanza y cerró un sorpresivo acuerdo con el peronismo para quedarse con el control del Concejo Deliberante. El movimiento incluye el respaldo al paquete fiscal impulsado por el intendente peronista Federico Susbielles —incluido un polémico anticipo de tasas al Polo Petroquímico— y el desplazamiento del presidente del Concejo, que era de LLA, para colocar en su lugar a una dirigente cercana a Cristian Ritondo.
La jugada dejó a los libertarios furiosos, que no tardaron en acusar al PRO y al PJ de "traición" y pacto oscuro. La tensión venía escalando desde la discusión por el presupuesto y los tributos a empresas, y se terminó de romper con la votación de cargos clave. Ahora, con esta nueva alianza, el peronismo vuelve a fortalecer su estructura en el distrito, y el PRO queda en una posición ambigua: enfrentado a LLA, pero compartiendo poder con sus históricos adversarios.
La escena suma un nuevo foco de conflicto en el mapa nacional, justo cuando Milei busca consolidar su armado y el PRO debate su rol dentro o fuera del oficialismo. El terremoto en Bahía Blanca podría ser apenas el primero de una serie de sismos políticos en el interior del país.