El oficialismo logró esta semana una ventaja clave en la Cámara de Diputados: según fuentes del Gobierno, ya cuenta con 94 diputados, uno más que el bloque alineado con el peronismo, que quedaría con 93 bancas. La diferencia surge tras la posible salida de legisladores que responden al gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, del bloque Unión por la Patria.

Esta ventaja simbólica pero estratégica podría permitirle al Gobierno de Javier Milei ocupar las principales comisiones parlamentarias y condicionar el ritmo legislativo, una herramienta clave para avanzar con su agenda de reformas.

Al mismo tiempo, el bloque oficial del PRO atraviesa una etapa de fragmentación. Su presidente, Cristian Ritondo, estaría negociando alianzas con otros espacios, incluyendo sectores de la oposición dialoguista, ante la presión por redefinir su rol frente a La Libertad Avanza.

En este nuevo escenario, el oficialismo acelera su armado político en el Congreso, buscando consolidar su influencia con acuerdos puntuales que le permitan compensar la falta de mayoría propia. La batalla por la gobernabilidad se traslada así al terreno parlamentario, donde cada voto empieza a contar más que nunca.