La interna del PRO quedó expuesta con un cortocircuito entre Cristian Ritondo y Silvia Lospennato en plena sesión del Congreso, revelando una crisis interna cada vez más profunda. La discusión fue desatada por una chicana del diputado Alejandro Finocchiaro que desencadenó un escándalo en el recinto y dejó al descubierto las tensiones que atraviesan al espacio.
Ritondo, que había formado un bloque cohesionado a comienzos de 2024, ha perdido centralidad en los últimos meses. Las votaciones muestran una creciente libertad de acción entre los diputados del PRO, lo que refleja una desarticulación política en el armado parlamentario. El malestar se profundiza con los cambios de postura de Lospennato en temas clave como el equilibrio fiscal, lo que generó cuestionamientos internos y rumores sobre futuras rupturas.
A nivel nacional, el PRO enfrenta un escenario fragmentado de cara a las elecciones, con alianzas diferentes según la provincia y falta de una estrategia común. La falta de conducción clara tras la salida de Mauricio Macri como figura ordenadora, sumado a las tensiones con el oficialismo y la convivencia ambigua con La Libertad Avanza en algunos distritos, empujan al partido hacia una redefinición forzada de su identidad política.
Dirigentes cercanos a ambos sectores admiten que el conflicto entre Ritondo y Lospennato es solo la punta del iceberg de una fractura más profunda, que amenaza con reconfigurar el espacio antes de fin de año. La posibilidad de una división formal del bloque ya no se descarta.