Patricia Bullrich había preparado su disertación durante todo el fin de semana. Sabía que, en la previa, no era la favorita de ese foro empresario que en general prefiere el status quo y la “moderación”, un slogan de moda en un sector del círculo rojo que Horacio Rodríguez Larreta, otro de los expositores, pretende apropiarse de cara a la campaña.

Pero a la hora de la votación, una simulación a la que desde Bariloche le trataron de bajar el tono -”es un juego”, aseguraron-, la ex ministra de Seguridad y precandidata presidencial del PRO fue amplia ganadora: casi el 50% de los votos de los empresarios presentes se inclinaron por ella.

Ese fue el resultado de la votación -a mano alzada, según algunos, por escrito, según otros- que los empresarios de primera línea que viajaron al Llao Llao para participar del selecto foro que lleva el nombre del hotel simularon hacia el final de la cumbre, que tuvo lugar entre el lunes y este miércoles.

Por allí también desfilaron, además de los dos precandidatos del PRO, la ex gobernadora María Eugenia Vidal y el libertario Javier Milei como los cuatro principales expositores de la política.

“Parece que el círculo rojo ya la empezó a querer”, se regodearon ante este diario desde el entorno de Bullrich una vez que la ex ministra ya había aterrizado en Buenos Aires y después de la exposición, centrada en el concepto de “orden” y seguida de un buen número de reuniones reservadas con algunos de los empresarios presentes.

Según trascendió, después de la ex ministra, las preferencias se inclinaron por Rodríguez Larreta y, en menor medida, por Milei, cuyo crecimiento en todas las encuestas preocupa y mantiene en alerta al círculo rojo: la posibilidad de que el jefe de Libertad Avanza tenga una performance hiper competitiva en las elecciones es un escenario que los empresarios tienen presente.

Los famosos “tres tercios”, es decir unos comicios repartidos entre la oposición, el oficialismo y los libertarios, se vislumbran en los sondeos más serios.

Bullrich, Milei y Rodríguez Larreta, en orden cronológico, expusieron en el Llao Llao entre el lunes y martes, y dejaron en claro sus intenciones políticas detrás de propuestas económicas.

El discurso de la ex ministra de seguridad de Mauricio Macri se concentró en la idea de "orden". De paso, esta vez con sutileza, buscó diferenciarse aún más de Larreta a quien se identifica más con la gestión.

"Esta Argentina que viene no se soluciona solamente con gestión. Se soluciona con una gestión que tenga liderazgo, que tenga firmeza, que tenga coraje y que tenga carácter. El concepto que va a regir nuestro gobierno va a ser el concepto del orden", definió Bullrich. Orden económico, para la inseguridad, para la educación, la salud, el Estado y las provincias.

Fiel a su impronta, volvió a carga con sus habituales términos rimbombantes. “Vamos a demoler el régimen económico de los últimos 20 años”; “conozco uno a uno los actores de veto, los que ya preparan el cuchillo entre los dientes para que seamos un gobierno más que frustre las expectativas de cambio”; “si no dinamitamos el régimen de intereses que nos desgasta, en cuatro años nos encontraremos repitiendo lo mismo”; “es una prioridad desmantelar los controles de cambio. Sin tomar esta decisión, los actores económicos no tomarán las suyas”.

En cambio, Rodríguez Larreta apostó por un discurso más moderado. “Vengo a apagar el fuego, no a encenderlo. Los violentos en esta nueva era serán obsoletos”, fue su carta de presentación. Tal vez para diferenciarse de la apelación al coraje y a la fuerza de Milei y Bullrich, y tomó varias veces distancia de actitudes a las que definió como “bravuconadas inconducentes”.