Mientras el grueso de la población sigue atenta la llegada de la vacuna para combatir el coronavirus, la suba de casos en las últimas semanas puso en alerta al Gobierno. Tanto que, el presidente Alberto Fernández se reunió con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador Axel Kicillof y mostraron "preocupación" por el aumento de contagios.
El encuentro arrancó a las 16 en la Quinta de Olivos y terminó media hora después. Durante la reunión, coincidieron en hacer un llamado a la población para que “extremen los cuidados”, en víspera de la celebración del Año Nuevo.
"En el encuentro, que se llevó a cabo en la Residencia Presidencial de Olivos, Fernández, Kicillof y Rodríguez Larreta evaluaron con 'preocupación' el aumento de casos que se vienen produciendo en los últimos días", indicaron en un comunicado oficial.
Durante la reunión acordaron mantener desde la semana próxima reuniones periódicas para ir evaluando la situación sanitaria y los partes diarios de casos producto del Covid-19.
En la Casa Rosada confirmaron que en los próximos días comenzará una campaña de comunicación mucho más agresiva para que la ciudadanía respete los protocolos de distanciamiento y el correcto uso de un barbijo.
Además, el Presidente bajó la orden a los intendentes y a los fuerzas de seguridad para que aumenten los controles en los distritos.
Mientras tanto, cerca del mandatario celebraron los números que transmitió el ministro de Salud Ginés González García desde el inicio de la campaña de vacunación. Hasta el mediodía ya se habían 22.307 vacunados en 202 ciudades del país.
El Presidente, el gobernador y el jefe de gobierno volverán a reeditar una foto que capitalizaron durante la pandemia hasta que la relación entre los tres se fisuró por la quita de coparticipación de la Nación a la Ciudad. El ministro del Interior Eduardo "Wado" de Pedro conversó el martes telefónicamente con Rodríguez Larreta que lo puso al tanto sobre el inicio de la vacunación en la Capital.
La alarma viene sonando otra vez en el AMBA. La región metropolitana había sido la primer en concentrar el grueso de los contagios y las muertes, y por ende sufrió de arranque la cuarentena más dura.
Pero luego, cuando los casos comenzaron a mudarse al Interior, se fueron ampliando los permisos. Salvo las clases presenciales en la educación, el resto de las actividades fue recuperando normalidad.
Sólo con repasar los datos de este martes se entiende la preocupación: la Ciudad volvió a rondar los 1.000 casos diarios de contagios luego de larguísimas semanas. Y la provincia de Buenos Aires superó a los 4.000. A nivel país, el número también impresionó: 11.650 casos en 24 horas.
En el Gobierno rechazan de plano volver a una cuarentena cerrada. Consideran que las unidades de terapia disponibles son por ahora suficientes y no ven ánimo en la sociedad. El Presidente descartó la posibilidad de decretar un estado de sitio para reducir la circulación. "No es una solución peronista", bromeó el Presidente en una charla informal con periodistas.