El centro porteño y algunos de los principales accesos a la Ciudad de Buenos Aires se convirtieron en los escenarios de la cuarta jornada de protestas sociales en la semana. Desde reclamos por bonos de fin de año hasta la protesta de hinchas de San Lorenzo ante la Legislatura porteña, la Capital se transformó en un lugar intransitable.
Desde muy temprano, el Obelisco se llenó de manifestantes procedentes de organizaciones sociales y trabajadores municipales bonaerenses.
Por un lado, organizaciones como el Polo Obrero y el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) cortaron las dos vías del metrobús de la Avenida 9 de Julio y cortaron la avenida Corrientes para reclamar por ayudas económicas en el cierre del año de la pandemia de coronavirus.
Los manifestantes reclaman al gobierno nacional un impulso económico para la asistencia a los comedores, un bono de fin de año y un aumento en la tarjeta del Plan Alimentar. Aún no se determinó si la manifestación continuará en la tarde en la puerta del Ministerio de Trabajo.
En paralelo, en el mismo Obelisco, se lleva a cabo otra marcha, comandada por la Confederación de Trabajadores Municipales, donde se intenta evidenciar los bajos salarios y la precarización laboral que sufren trabajadores públicos en las diferentes provincias.
“Es imprescindible la puesta en marcha de una mesa de diálogo para garantizar un piso mínimo de ingresos digno para los trabajadores municipales de todo el país. Esta caravana visibiliza la grave precarización laboral, los salarios de indigencia y el maltrato que sufren los trabajadores en las 23 provincias”, afirmó mediante un comunicado Rubén “Cholo” García, titular de la organización que nuclea a mas de 600 mil trabajadores.
En el Puente Pueyrredón se vivió una situación similar, ya que manifestantes de la Corriente Clasista Combativa (CCC) encabezaron una manifestación en apoyo a jubilados, donde se reclama que la adecuación de las mismas jubilaciones “tenga una cláusula que garantice que los haberes nunca puedan ser inferiores a la inflación”.