A fines de 2017, Albinen, una pequeña localidad montañosa de Suiza, se hizo famosa por ofrecer hasta USD 70.000 a las familias que quisieran mudarse a esta ciudad de poco más de 200 residentes. Como tanto pueblos europeos, buscaban incentivar la llegada de nuevos residentes, a los que ofrecían hasta 21.390 euros (unos USD 25.300) por adulto y 8.500 euros (unos USD 10.000) por niño.
Sin embargo, las condiciones para optar por este plan de repoblamiento de la ciudad dejan afuera a los argentinos. Entre otros requisitos se cuentan: tener menos de 45 años de edad, adquirir o construir una vivienda cuyo valor debe estar por encima de los USD 210.000 (no puede ser usado solo para vacaciones). Y los extranjeros deben tener el permiso tipo C vigente, que habilita la residencia y el trabajo en Suiza.
El permiso de establecimiento suizo tipo C es una autorización que Suiza concede a extranjeros de la Unión Europea y de la Asociación Europea del Libre Comercio (EFTA) después de una residencia ininterrumpida de cinco o diez años en el país.
Además, si no se cumplen los 10 años de residencia, se deben devolver el dinero recibido.
En Albinen, situada en el Valle del Ródano a 1.300 metros sobre el nivel del mar, hay una iglesia rodeada por casas típicas, muchas de ellas convertidas en casas de verano o de fin de semana. Pero la idea de las autoridades es que quienes se instalen en la ciudad no vayan solo en vacaciones.
Muchos pueblos de Europa luchan por no desaparecer. El desplazamiento de los jóvenes a las grandes ciudades dejó varios pueblos fantasmas e incluso, por la falta de niños, algunas de estas poblaciones se quedaron sin escuelas.
Por la amplia difusión de la noticia en muchos medios de todo el mundo, desde el municipio suizo aclararon a través de una página web cuáles son los subsidios de vivienda previstos y el apoyo familiar. Especialmente la condición de que los extranjeros permiso de residencia C no tienen derecho a recibir ayuda económica.
Ese permiso se otorga a los ciudadanos de los Estados miembros de la Unión Europea y la AELC solo si pueden presentar una prueba de residencia continua de cinco a diez años en Suiza.
Además, cada solicitud de residencia se debe basar en un proyecto de construcción de vivienda que esté listo para su aprobación o un contrato de compraventa. En caso de que la propiedad se venda o el propietario se mude dentro de los diez años, el monto recibido como subsidio debe reembolsarse en su totalidad.
El municipio de Albinen asume que, en el mejor de los casos, podrá recibir de cinco a diez familias, como máximo.